Asunto MBA-128: Entre lo “Natural” y lo “Antinatural”. Una meditación sobre el nuevo plan de licenciamiento de Autodesk.

Desde este año, el concepto de “Licencia permanente” de los productos de Autodesk se extingue. Esto significa que solo aquellas licencias permanentes que sean renovadas hasta el 31 de enero (fecha ya caduca) para las los paquetes individuales y hasta el 31 de julio, para las Suites podrán continuar vigentes siempre y cuando se renueven los planes de mantenimiento antes de esas fechas. Es decir, su licencia permanente podrá seguir recibiendo mantenimiento por parte de Autodesk sólo si usted renovó su contrato de suscripción dentro de esas fechas o, si todavía “queda” a la venta alguna intangible licencia de suscripción. ¿Todo esto es muy abstracto? Infórmese aquí.



En la práctica, usted podrá seguir utilizando su licencia de Revit, AutoCAD, 3DS, etc. para siempre… congelada en la versión 2016. Si después usted quiere actualizar, deberá entrar en el forzoso nuevo régimen de arrendamiento por períodos discretos de tiempo (anual, etc.) que deberán renovarse obligatoriamente una vez concluidos esos plazos. En el fondo… esto se parece bastante al régimen actual de suscripción en el cual todos los años Autodesk nos conmina urgentemente a renovar o perderemos algún derecho, quedaremos atrasados, deberemos pagar retroactivamente, el valor será mayor, etc., etc. Pero hay esta vez una poco sutil diferencia… el software o la licencia será más ajena, más “propiedad privada” de Autodesk, y usted será ahora más dependiente, más obligado y más comprometido con el dueño legal de la licencia que usted usa para hacer su trabajo. Es una cuestión de sensibilidad… porque en la práctica, es lo mismo.

 Sólo que ahora más que nunca podremos experimentar la perturbadora sensación de que todo el contenido de nuestro trabajo, nuestros diseños, nuestros proyectos, nuestras familias de componentes, nuestras bibliotecas de detalles constructivos, nuestra experiencia hasta la fecha, es decir, nuestra propiedad intelectual, queda intermediada o más bien, puesta a distancia por Autodesk quien tiene la llave y puede cerrar la puerta cuando venza el plazo. El contenido de nuestro trabajo, es decir, los “archivos” guardados dentro de nuestros discos duros o medios de respaldo son legal pero no técnicamente nuestros.

Esto no es una mera cuestión de sensibilidad neurótica: es una realidad fundada en dos factores clave. Uno es el “natural”, inevitable e inexorable paso del tiempo. Esto en computación significa evolución. Evolución de la técnica, por lo tanto todos los nuevos actores que ingresan al mercado de BIM por la puerta de Autodesk u otro, comenzarán empleando los recursos nuevos disponibles en las nuevas versiones del software lo que inevitablemente irá preparando la obsolescencia de las versiones y formatos actuales o anteriores de un mismo software. Nosotros mismo nos beneficiamos constantemente de este natural y, por lo general, siempre beneficioso proceso. El otro factor, es uno “antinatural”, y consiste en la hábil maniobra de obsolescencia acelerada impuesta con la incompatibilidad “hacia abajo” de cada nueva versión de Revit. Ninguna versión de Revit puede guardar el trabajo en una versión anterior del software. Usted abre un archivo antiguo y este automáticamente se actualiza. Cualquier cambio que usted introduzca en él deberá ser guardado en la versión más reciente y ya no podrá abrirse con las versiones antiguas nunca más.

 ¿Qué significa esto en el nuevo régimen de licenciamiento? Pues que las versiones permanentes son una ilusión: sus archivos (proyectos, biblioteca de familias de componentes, etc.) tarde o temprano serán “capturados” por el control comercial de Autodesk a través del nuevo formato. O sea, más que nunca antes, usted será un usuario cautivo que debe pagar su tributo anual a su nuevo socio controlador o perderá el acceso a sus propios archivos. Dicho de otro modo, Autodesk ha decidido cambiar la zanahoria por el garrote: lo que antes era seducción ahora es perentoria conminación.

Esto no es lo que ocurre con AutoCAD, por ejemplo, donde es posible guardar el trabajo en las versiones antiguas garantizando la intercambiabilidad de la información. Tampoco con otro software BIM como ArchiCAD, que ya por lo menos en este solo aspecto tiene grandes ventajas comparativas en materia de licenciamiento.

Comentarios

Ramón Tarazona dijo…
Bueno tarde o temprano, sabíamos que esto iba a ocurrir, lo que no sabíamos era ni cuando la tecnología lo permitiría, ni cuando Autodesk lo pondría en marcha, bueno pues tal como lo veo yo, o nos vamos a otro software con lo cual arriesgaremos en un futuro lo mismo que ahora, o volvemos a los métodos artesanales, vegetal, lápiz, plumillas, plantillas, sulfurizado, y muchas mas horas de trabajo para llegar quizás a un plano menos atractivo, pero igual de eficaz en la obra, nosotros elegimos y solo nosotros, nos quieren hacer esclavos de un sistema, pues a cambiar de sistema, no seremos competitivos, posiblemente, depende del ámbito en que nos movamos, y con la carga de trabajo de hoy casi seria una bendición dibujar el proyecto a mano.
Esta es mi humilde opinión, un saludo.

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